Bajar de peso – Capítulo 1: Tomar la decisión

Para poder perder grasa debemos de tener una mente sana primero. ¿Qué quiere decir esto? Debemos preocuparnos por los alimentos que nos llevamos a la boca, y no meter cualquier cosa. La comida procesada como croissants, galletas, bollería en general, comidas demasiado grasientas, salsas poco saludables… Sí, puede ser apetitoso pero no le estás haciendo ningún favor al cuerpo. 

Tampoco se trata de que ya no vayamos a poder salir a cenar fuera o comer ese caprichito que te encanta. Pero sí ser más moderados y contenernos un poco más. La moderación es una de las claves para conseguir el equilibrio y poder seguir dándote esos pequeños caprichitos de vez en cuanto. Y eso se aprende, el cuerpo aprende y con el tiempo te va a dejar de pedir esa comida menos saludable siguiendo un plan nutricional adecuado. 

Sólo tú decides hasta dónde quieres llegar, las limitaciones que quieres ponerte y cuán decidido estés a logar tu objetivo. Aunque nos hayamos planteado el objetivo de bajar de peso principalmente por la estética, no hay que quedarse sólo en el aspecto físico, el cuerpo y nuestra salud nos lo van a agradecer. Nos vamos a sentir con más energía durante el día, más livianos, nos costará menos levantarnos de la silla, mejorará nuestro ánimo, mejor sueño, las articulaciones sufrirán menos si tienen menos peso que mover y también mejora el deseo sexual.